Tras un verano tranquilo después de que el PSG calmara las aguas con el anuncio de la renovación de Mbappé en mayo, la temporada volvió a empezar con polémica en el vestuario del Parque de los Príncipes. Se criticaba lo poco apropiado de que a una reunión de este tipo acudiera vestida de una forma tan informal y circunscrita al ámbito de lo deportivo o lo privado.