El Milan, guiado por Rocco y Rivera, seguía disputando torneos a gran nivel, llegando al grupo final de la Copa Italia. Era la cabeza visible de un grupo de empresarios, entre los que se encontraban viejos conocidos como el que fuera preparador físico del Real Burgos Carlos Lorenzana o el también exfutbolista del Real Burgos e hijo del presidente Domingo Novoa.