La policía española advirtió inmediatamente el cariz de la situación e intentó controlar al presidente del PSG, a quien se alejó «de la zona de vestuarios de árbitros». En el camino hacia los camarines, Al Khelaifi se encontró con el brasileño Leonardo, director deportivo de la entidad parisina, y entre los dos se dirigieron al vestuario del árbitro principal, el neerlandés Danny Makkiele, con el propósito de reclamarle una eventual infracción de Karim Benzema sobre el arquero Gianluigi Donnarumma, chandal psg en la maniobra previa al gol del empate del elenco ‘merengue’.